lunes, 16 de enero de 2023

ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE CHRISTOPHER TOLKIEN, EL GUÍA DE ARDA.

 


El 16 de enero de 2020, falleció Christopher Tolkien, gracias a la Sociedad Tolkien Española disfruté de la oportunidad de escribir y publicar el artículo que aparece más abajo en el nº 93, verano de 2020, de la revista de la STE: Estel. Creo que los tres años pasados y todo lo sucedido en el mundo tolkiendili desde la muerte de Christopher Tolkien han hecho aún más evidentes la grandeza de la tarea que realizó Christopher al cuidado científico y emocional de la obra de su padre, y el vacío que dejó su desaparición, así que este tercer aniversario puede ser un buen momento para recordar aquel artículo.


Finalmente, quiero agradecer a la Sociedad Tolkien Española, su Comisión de Humanidades, el Consejo Editorial de la revista Estel,  y al Smial Montaraz al que pertenezco por la oportunidad que me ofrecieron de escribir este humilde homenaje a Christopher Tolkien.


EL GUÍA DE ARDA


La reciente muerte de Christopher Tolkien ha sido un golpe para todos los que amamos la Tierra Media. Tras su fallecimiento, los medios de comunicación han destacado su papel de guardián, de albacea, de paladín, de editor y divulgador de la obra de su padre. Todo ello es cierto, pero para los lectores de Tolkien también era el mejor guía en Arda, que no siempre es un territorio fácil ni seguro.


La recopilación de los manuscritos inéditos de su padre, supuso una tarea enorme, que ya adquirió proporciones titánicas cuando tuvo que ordenarlos y transcribirlos desde la difícil letra del profesor. Además, se preocupó de que presentaran  la coherencia narrativa necesaria tanto para su publicación, como para que el pulso y el espíritu de la obra de su padre se mantuviera de principio a fin, como alcanzó con el hito de la publicación de El Silmarillion


La lectura de las cinco obras que componen el volumen de El Silmarillion nos muestra la dificultad de dicha tarea en un libro que no es una novela, ni un conjunto de cuentos de hadas, ni un cantar de gesta que alumbra un idioma nuevo para la literatura, ni la recopilación de los mitos de un pueblo sobre sus tiempos antiguos, ni las epopeyas homéricas, ni las sagas nórdicas, ni el Pentateuco, pero que participa de las características de todos ellos.


Y es que El Silmarillion fue la primera obra de Tolkien que leí. Después de tener un profesor fantástico (José Antonio Rojas, del Colegio Nª Sª de Begoña, La Salle, de Sestao) que nos contaba El Señor de los Anillos a sus alumnos de 6º de EGB con auténticos "storyboard" en la pizarra, según lo iba leyendo él mismo, uno de mis amigos comenzó a leer El Silmarillion que había comprado su hermano mayor. Un día, mi amigo se nos presentó diciendo: “Ya no soy Ricardo. Soy Túrin Turambar, el amo de mi destino”.


Esas palabras me fascinaron, e insistí más allá de lo razonable para que me lo prestara. Creo que fue en el verano de 1984, cuando Christopher Tolkien me guió por primera vez hasta Arda. Aunque Túrin nunca llegó a ser mi personaje favorito, quedé voluntaria y felizmente atrapado allí. Los relatos reconstruidos por Christopher me descubrieron un mundo donde Elfos, Hombres y Enanos mostraban que el Valor, la Lealtad, la Amistad, el Honor, la Perseverancia y el Amor podían derrotar al Mal absoluto. Era justo lo que aquel chico de trece años, que era un “bicho raro” entre sus compañeros, necesitaba en aquel momento. Desde entonces, Christopher me ha guiado decenas de veces por Arda, que para todos los tolkiendili es nuestro mundo.


Por ello, no puedo menos que expresar mi agradecimiento a Christopher Tolkien por no haber dejado nunca de abrir caminos nuevos en la Tierra Media para que los podamos recorrer con la alegría de los Hobbits, la tenacidad de los Enanos, el valor de los Hombres y la sabiduría de los Elfos. 





2 comentarios:

  1. Desde el cariño y admiración que sabes que te tengo, no puedo sino agradecerte este maravilloso artículo. Dos son mis obras favoritas de Tolkien: El Silmarillion y el libro sobre Beren y Luthien, y ambas están ligadas a la pluma también de Christopher. Nunca un hijo honró y continuó, con tanta devoción y buen hacer, la obra de un padre. Un abrazo y mil gracias por recordarnos a todos lo maravilloso que fue el trabajo de Christopher. Te admiro y aprecio, puntal.
    Barahir.

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  2. Desde el cariño y admiración que sabes que te tengo, no puedo sino agradecerte este maravilloso artículo. Dos son mis obras favoritas de Tolkien: El Silmarillion y el libro sobre Beren y Luthien, y ambas están ligadas a la pluma también de Christopher. Nunca un hijo honró y continuó, con tanta devoción y buen hacer, la obra de un padre. Un abrazo y mil gracias por recordarnos a todos lo maravilloso que fue el trabajo de Christopher. Te admiro y aprecio, puntal.
    Barahir.

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